Mientras las campañas de vacunación contra el coronavirus avanzan en casi toda Europa, el gobierno de Italia deslizó la posibilidad de transformar en obligatoria la vacuna contra el COVID-19 si la inoculación no alcanza a los dos tercios de la población en los próximos meses. España prevé llevar un registro de personas que rechacen vacunarse. En el caso de España, la medida fue confirmada por el ministro de Sanidad, Salvador Illia. El registro de personas que rechacen vacunarse será compartido además con otros países de la Unión Europea, sin importar las razones por las que prefirieron recibir la dosis. “Se hará con el máximo respeto a la protección de datos, lo que les pedimos es que cuando los citen, acudan”, exigió el funcionario español, que indicó además que “a estas alturas, todos observan que la mejor forma de derrotar al virus es vacunarnos todos o, cuando más, mejor”.  De todos modos, el gobierno español no indicó cuál será el objetivo del registro. En España ya acumulan cerca de 1.9 millones de contagios de coronavirus y 50.122 muertos desde que se desató la pandemia.  En el caso de Italia, el viceministro de Salud, Pierpaolo Sileri, advirtió que por ahora la vacuna será “voluntaria”, aunque aclaró que “sin una adhesión masiva a la vacuna” se verán obligados a imponer la aplicación de las dosis.  “Hay que llegar a los dos tercios de los italianos en los próximos meses”, aseguró el viceministro. Hasta ahora, en el país fueron vacunadas 7.609 personas, pero se espera un importante aumento ya que desde este martes comenzarán a llegar 470 mil dosis de la vacuna de Pfizer Italia, que tuvo una primera ola de coronavirus dramática con hospitales colapsados, acumula 2.056.277 casos de COVID-19 y 72.370 muertes. Sólo el 13 de noviembre se reportaron más de 40 mil contagios.