En los plenarios de comisiones en el Senado, se pudieron escuchar argumentos en contra del proyecto de legalización del aborto que van desde lo irrisorio a lo ridículo.

Por ejemplo, el exministro de Justicia, Rodolfo Barra indicó que la norma se contrapone a la Convención de los Derechos del Niño y que, por esta razón, antes de debatir la cuestión jurídica se debe "estar seguro si es niño o niña el embrión", alegando que en el primer trimestre de gestación "estaríamos en presencia de un genocidio", aunque casi contradiciendo sus dichos expuso que "técnicamente no es un genocidio pero si una terrible acción de mortandad serial".

Pilar Vázquez Calva, abogada penalista de México, un poco más racional en sus argumentos, consideró que "si se busca preservar la salud mental de la mujer el aborto no es el camino correcto", por lo que advirtió que el aborto no es la solución de la pobreza sin el fracaso del estado.

La médica uruguaya María Lourdes González Bernardi expuso, al parecer,  desde su experiencia como profesional al afirmar que "en los cuatro años previos a la legalización del aborto en el Uruguay teníamos mortalidad materna por aborto provocado de cero" , pero luego habló bajo "su punto de vista", indicando que “el número de abortos aumenta, la mortalidad materna no disminuye, la clandestinidad no se elimina, la objeción no se respeta y el aborto es considerado una emergencia sanitaria”.

En otro discurso claramente virulento del lado Celeste, la médica genetista Graciela Moya comparó la legalización del aborto con el régimen nazi: "Lo hemos vivido en la conquista de América y el exterminio de las poblaciones originarias, el secuestro y esclavitud de las personas africanas, y en los programas de exterminio de las personas con discapacidad de la Alemania nazi", refiriéndose al programa de exterminio Aktion T4, una iniciativa de la Alemania nazi que eliminaba de forma deliberada a las personas con discapacidad".

También la religión estuvo involucrada en el debate, teniendo como representante al pastor evangélico Gabriel Flores Ciani quien manifestó que "biológicamente, la genética de la mamá está preparada para ser una persona gestante", por lo que su cerebro "está preparado para la maternidad", ya que "cuando el cigoto se forma envía señales al cerebro produciéndose un entrelazamiento entre la madre y el embrión".

Obviando los casos de abuso y violación en menores de edad, el pastor afirmó que una mujer adolescente "no está preparada para tomar una decisión de la magnitud de abortar", alegando que "no hay cerebro en la púber, en la adolescente".

Quizás la frutilla del postre de la tarde, fueron las declaraciones del especialista en fertilización asistida, Edgardo Young, quien quedó en evidencia al confundir el proyecto de IVE con el de los 1000 días: "Cuando he visto que a la interrupción legal del embarazo le ponen fecha de 1000 días, nunca entendí y nadie me explicó por qué son los 1000 días"

La iniciativa de los 1000 días busca fortalecer el cuidado integral de la salud y la vida de las mujeres y otras personas gestantes, y de los niños y las niñas en la primera infancia en los tres primeros años de vida del recién nacido.