El científico y biólogo molecular Ernesto Resnick detalló con Claudio Villarruel cómo será la autorización del Reino Unido a la vacuna contra el coronavirus que fabrican Pfizer y BioNTech.
"Lo que estamos viendo es que es el comienzo del final. Por momentos me emociona que estemos hablando de esto y no tanto de lo peor, aunque lo peor todavía sigue", indicó Resnick.
Además, indicó que este mes "ya se empiezan a vacunar algunas personas en los Estados Unidos", y precisó que el objetivo es que en ese país sean inmunizadas contra el coronavirus 20 millones de trabajadores del sistema sanitario.
El científico se refirió a las vacunas que se comercializarán en las próximas semanas, como la desarrollada por la Universidad de Oxford junto al laboratorio AstraZeneca o la Sputnik V, elaborada en el Centro Gamaleya de Moscú, y explicó que aunque la vacunación será escalonada, el objetivo es que para la mitad de 2021 el proceso esté avanzado en buena parte del mundo. "Esto ya empieza a ser un alivio", sostuvo.
Sobre la rapidez para desarrollar las vacunas contra el Covid-19, destacó la inversión "en recursos humanos y monetarios". "Nunca antes hubo 200 vacunas en desarrollo y diez o quince ya tan avanzadas".
"La pandemia está tan activa y diseminada por todo el mundo que probar la vacuna en esta fase de estudios de fase 3 fue muy fácil", agregó.
Además, explicó que "probar la vacuna significa que vacunas a 15.000 personas y después hay que esperar que se contagien". "Normalmente con las enfermedades infecciosas la gente no se contagia tanto. Una vacuna como la de Pfizer, que ya tuvo a 200 personas infectadas, prueba que era muy efectiva".
El movimiento antivacunas
"Las vacunas son mucho más inocuas que la mayoría de los remedios que tomamos. Vemos remedios que tienen efectos secundarios, en muchos casos bastante marcados. Sin embargo, ¿cuál es la diferencia? en general, uno le da un remedio a alguien que lo necesita, no a un enfermo. En cambio, la vacuna se la vamos a dar a miles de millones de personas sanas y tu cuerpo genera el anticuerpo", explicó Reznik.
Además, indicó que "lamentablemente el movimiento antivacunas se extendió un poco porque lo dejamos desde la ciencia, desde los medios".
"Esa es la parte de nosotros, los científicos, en las cuales dejamos producir un daño bastante grande. Los antivacunas tienen miedo a la razón", finalizó.
