El represor Miguel Etchecolatz fue condenado por el Tribunal Oral Federal Nº 1 de La Plata a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino de detención que operó en la Brigada San Justo durante la última dictadura cívico militar. 

Es la octava condena a prisión perpetua que recibe Etchecolatz por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura. El represor escuchó el fallo desde una sala del penal de Campo de Mayo, donde se encuentra detenido desde hace años.

La condena a Etchecolatz fue en el marco de una causa que investigaba privaciones ilegítimas de la libertad agravadas por torturas, homicidio y abuso sexual de 84 víctimas que estuvieron estuvieron detenidas de forma clandestina en la Brigada San Justo. 

Además de Etchecolatz, en el juicio estuvieron imputados ex miembros del Ejército, la Policía de la Provincia de Buenos Aires y civiles que integraron el gobierno de facto bonaerense durante la última dictadura.

Entre los acusados se encontraban Rodolfo Godoy, responsable del Área 114; Roberto Balmaceda, Jorge Di Pasquale, Emilio Herrero Anzorena, Carlos del Señor Hidalgo Garzón y Carlos María Romero Pavón, que integraban el Destacamento de Inteligencia 101.

En un comunicado, Abuelas de Plaza de Mayo - querellante en el juicio - explicó que entre otros casos se investigaron los secuestros y torturas de María Asunción Artigas, Mónica Sofía Grinspon y Mónica María Lemos, quienes se encontraban embarazadas y fueron detenidas de forma clandestina en la Brigada de San Justo y fueron trasladadas al centro clandestino de detención Pozo de Banfield. Grinspon y Lemos dieron allí a luz a sus hijas Victoria Moyano Artigas y María José Lavalle Lemos, restituidas por Abuelas en 1987 y 1988. 

La causa también investigaba a Etchecolatz por los secuestros de Claudio Logares y Gustavo Anotnio Lavalle, ambos secuestrados con sus compañeras e hijas.