El pedagogo de fuste de Toma y Daca, Julián Elencwajg, es un experto en todas las disciplinas. Por eso, en una nueva clase de la escuelita de los sábados, no solo recordó a Diego Maradona y explicó el principio matemático de la conmutatividad sino que también dió una clase magistral de música. 

“Como pedagogo de fuste creo que estamos ante una oportunidad única de elegir un nuevo ídolo popular que genere un cambio positivo en la sociedad. Podemos insistir en el error de convertir en un dios a un personaje conflictivo, contradictorio, que cuestiona al poder y promueve el desorden con su orgullo plebeyo o elegir a una figura que también genera amores y odios, pero que sea más confiable, más estable, más moderada, más atractiva para los mercados, más disciplinada. Lo que se dice un ejemplo a seguir.  Por eso decidí que hoy vamos a escuchar una canción que compuse, interpreté, grabé y edité con el único fin de impulsar la transformación en ídolo popular de un personaje que cumple con todas las características necesarias para convertir este páramo populista alejado del mundo civilizado en un paraíso republicano en el que se respeten las instituciones, haya seguridad jurídica y se garantice la posesión de la propiedad privada”, introdujo Elencwajg.

“La canción se llama “La mano de Wolff” y está dedicada al diputado de Juntos por el Cambio Waldo Wolff, ese barrilete cómico legislativo que pelea desde el Congreso por un país mejor y no mete goles con la mano que deben avergonzar a todos los que apuestan al progreso a través del cumplimiento de las reglas. Espero que les haya gustado. Iba a grabar “La mano de Wolff” en los estudios Abbey Road con un equipo de productores e ingenieros de primer nivel, pero pasaron cosas y tuve que hacerlo con un celular primitivo y una computadora que está siempre al borde del colapso. A veces pasan cosas”.

Escuchá la columna completa de La escuelita de Toma y Daca de Julián Elencwajg. 

https://soundcloud.com/grupooctubre/la-mano-de-wolff