Griselda Gil, integrante del grupo Unidos por Boedo, dialogó con Federica Pais y Luis Bremer sobre las amenazas que reciben vecinos de Boedo que se oponen a la construcción del estadio de San Lorenzo en el barrio.
“Las amenazas se vienen dando desde hace años, ya desde el año 2012 con el tema de la restitución histórica los vecinos fueron amenazados, algunos se mudaron. En estos años nos costó que los vecinos se involucren por miedo a las amenazas”, contó Gil.
Además, relató que este fin de semana los vecinos agrupados contrataron un automóvil que realiza publicidades para dar a conocer su postura y fueron agredidos con huevos y piedras. “A los pocos minutos, aparece un coche con cinco personas adentro haciendo ademanes de que estaban armados. No saben vivir en la diversidad de la democracia”, sostuvo.
“No nos oponemos al regreso del club a su predio, ya lo recuperaron. Nuestra postura es no al estadio porque eso significa aglomeración de personas y caos de tránsito. Estamos en contra de cualquier proyecto Estadio 365 que plantean ellos”, explicó.
“Pueden hacer un hermoso polideportivo de vanguardia. Además de ser vecinos, muchos son socios y son los famosos refundadores, y hablan de eso que daba el club en ese entonces, pero estamos hablando de 40 años atrás, la infraestructura del barrio ha cambiado mucho”, subrayó.
Gil también contó que una de las consecuencias del regreso del estadio al barrio es la baja en el valor de las propiedades y los problemas que el polideportivo ocasiona en los edificios existentes.
“El valor de la propiedad ha bajado un 20%, el polideportivo está montado sobre la medianera de los vecinos, que actualmente tienen rajaduras. Tenemos grabaciones donde les tiemblan los cuadros de quienes están al lado”, detalló.
“Dicen escucharnos a nosotros, pero su único propósito es hacer el estadio porque detrás de eso hay un gran negociado. Se amparan en el anhelo del socio de San Lorenzo. Lammens nos recibió y nos prometió que Tinelli nos iba a recibir y nunca lo hizo”, concluyó.
