El presidente, la vicepresidenta y otras autoridades confirmaron en el Museo del Bicentenario que ayer culminó el proceso de canje de deuda que propuso el gobierno a sus acreedores externos. El ministro de Economía, Martín Guzmán, anunció que el canje de deuda alcanzó un nivel de adhesión de 93,5%, lo que se eleva al 99,9% del total de los bonos elegibles por la clausulas de acción colectivas. Esto significará un alivio de US$ 37.700 millones en la próxima década y una reducción de la tasa de intereses del 7% al 3,07%, detalló el ministro. “Tenemos que asumir la responsabilidad de que no nos vuelva a pasar nunca más, no volvamos a entrar nunca más a ese laberinto”, dijo Fernández. El presidente afirmó que en los últimos dos años "la Argentina perdió su rumbo" luego de tres grandes devaluaciones y la inflación más alta en 30 años, lo que significó la pérdida de empleo y la caída de empresas. "No quiero que esto nos pase más. Pido que grabemos en la memoria aquello que nos duele para que nunca más nos vuelva a doler", afirmó. Además, Fernández tuvo palabras de agradecimiento para el apoyo recibido por Argentina durante la negociación con los acreedores: los presidentes de Francia, México y España, el Papa y los gobernadores. "Quiero darle las gracias al papa Francisco, que siempre estuvo ayudándonos silenciosamente. A los gobernadores, todos, que nos estuvieron apoyando ", dijo. También agradeció el apoyo de la titular del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva. Al promediar su discurso, el presidente señaló que, tras el canje de deuda, "vienen otros desafíos" para la economía argentina, y que el primer objetivo será reactivar el "mercado interno" y luego hacer que la inversión en obra pública y vivienda se convierta en el primer motor del desarrollo.