La hija de Cristina Fernández habló con Liliana Hendel del posteo sobre Palestina que le dio de baja Instagram, explicó su postura de no amamantar y contó por qué la literatura le da más libertad que el cine. Además, recomendó el diario de una escritora.

Florencia Kirchner recordó la polémica que se generó cuando reveló que no había amamantado a su hija, Helena. "Siempre supe que no quería amamantar, desde adolescente. Me decían que cuando fuera madre iba a cambiar de opinión, pero no pasó", dijo Florencia, consultada por la semana de la lactancia materna, que terminó ayer. 

"Mi experiencia fue con mamadera, que compartía con el papá de Helena –contó–. Cuando lo dije en una entrevista, en 2016, me llovieron cantidad de críticas. Lo que me sorprendió es que yo había hecho hincapié en la necesidad de una política pública: hay mujeres que no tienen leche, o no tienen suficiente, y necesitan complemento. Por eso se habla de soberanía alimentaria. Las empresas lecheras son parte de un sistema ultracapitalista y las mujeres terminan pagando con su cuerpo. Además, ¿adónde está dicho que la lactancia es amor?", se preguntó.

Florencia generó otra polémica el mes pasado, cuando contó que Instagram le había dado de baja un posteo referido a Palestina Libre. "Años atrás, veía el tema en los medios y no terminaba de entender nada. Le pedí a amigos periodistas que me recomendaran libros. Empecé a ver que se distorsionaba lo que verdaderamente pasa allá, sobre todo con los niños. Hay niños presos y casi todos viven con estrés postraumático. Pocos días después de la anexión de territorios (por parte de Israel) posteé una imagen de Leila Khaled", la activista política y militante del Frente Popular para la Liberación de Palestina. "Me lo bajaron con el argumento de que tenía un arma en la mano, aunque veo muchos posteos con armas –continuó–. Seguramente me entraron a denunciar un montón de sionistas. Me dijeron ´antisemita´ y algunos lo relacionaron con el atentado a la AMIA. Pero hasta Clarín y TN se refirieron a Leila como ´activista y militante´, no como ´terrorista´. O sea, los que me criticaban quedaron a la derecha de Clarín", expresó.

El posteo que Instagram dio de baja en julio.

Sobre sus planes para lo que queda del año, recordó que “volví al país después de estar afuera 14 meses. Y llegué en la primera cuarentena, la más respetada, cuando esto era una ciudad fantasma. Fue raro encontrarme encerrada en el mismo departamento donde estuve encerrada por otros motivos. Todavía me estoy amoldando a haber vuelto, recuperando tiempo con mi hija, y escribo. Encontré en la literatura una libertad que en el cine no encontraba: es más limitado porque depende de mucha gente, tiempo y dinero. Escribo relatos y diarios. Lo hago tranquila… cuando sienta que está listo, pensaré en publicarlos", dijo la joven y recomendó un libro que nunca comentó en Instagram: el Diario de Katherine Mansfield. “Es una gran entrada para el que quiere descubrir cómo son los diarios de un escritor, historias de vidas relevantes y ajetreadas. Se consigue editado por Losada y de bolsillo”, contó.

Por último, afirmó que “tengo opinión politica, tengo mi ideología y, como ciudadana, siempre voy a estar involucrada. Pero no me voy a dedicar a la política”, dijo.

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