El economista y diputado nacional Itaí Hagman sostuvo que el Estado debe ir hacia la implementación de un Salario Universal para empezar salir de la crisis económica y social potenciada por la pandemia del coronavirus.
“La pandemia puso sobre la mesa que vivimos en un mundo sumamente desigual” dijo Hagman en comunicación con Subí, después te explico. “Hoy alrededor de 9 millones de personas que están recibiendo el IFE. Son un sector de la población que no tiene ingresos fijos garantizados y por lo tanto ahí hay un problema estructural a resolver” puntualizó el diputado.
“El 1% de la población concentra la mitad de la riqueza mundial” detalló Hagman. “Han sido muchas décadas en las cuales a nivel global se ha impuesto un modelo que ha tendido a concentrar cada vez más las riquezas y a la exclusión” agregó.
En este marco, Hagman consideró que la implementación del salario universal es un primer paso para la reactivación de la economía. “Estas políticas de ingresos no tiene un costo fiscal tan alto como el que se cree porque tienen un rol muy importante en la dinamización de la economía” explicó el diputado. “Tiene un efecto multiplicador. Cuando ponés plata en la base social eso va a la compra de alimentos y bienes y eso tiene un efecto sobre el conjunto de la actividad económica”.
Reforma tributaria
El economista sostuvo además que esta medida tiene que ir acompañada por una reforma tributaria. “Tenemos un sistema impositivo que carga mucho más sobre el consumo y la producción que sobre los ingresos, las propiedades y las riquezas” dijo Hagman. “El grueso de la recaudación viene del esfuerzo que hace el conjunto del pueblo argentino cuando consume y cuando labura” expresó.
Para el diputado es importante además desmantelar el mito de que la transferencia de dinero del Estado a la población fomenta la vagancia. “Es una idea que están más construidas sobre prejuicios que sobre una realidad” contó Hagman. “Los estudios que hemos hecho muestra que el sector que pensamos que es inactivo no es que no trabaja sino que realiza una labor tanto o más sacrificada que cualquiera de los otros. La diferencia es que el mercado laboral no valoriza esas actividades y no las retribuye” completó.
