Un estudio realizado sobre restos hallados bajo las uñas de Fernando Báez Sosa, descubrió ADN de Blas Cinalli, uno de los imputados por el crimen de los rugbiers en Villa Gesell.

Según el fiscal Escoda, el hallazgo “significa que la víctima alcanzó a defenderse con algún rasguño y no pudo” evitar la agresión.

Además, un peritaje sobre la ropa que llevaban los rugbiers la noche del asesinato determinó que el 70% de la misma cargaba rastros de sangre que coincidieron con el ADN de Fernando Báez Sosa. 

La causa tiene como acusados a Máximo Thomsen y Ciro Pertossi como “probables coautores penalmente responsables” del crimen, y a Luciano y Lucas Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Blas Cinalli y Ayrton Viollaz como "probables partícipes necesarios".