El presidente Mauricio Macri abandonó cualquier simulacro de buenas formas y, ante la salida de su bloque de tres diputados, pasó a tratarlos públicamente de traidores y a exigirles que devuelvan sus bancas.

Lo hizo en la previa de un encuentro en la Quinta de Olivos con todo el interbloque de Juntos por el Cambio.

La decisión de salir con tanta furia contra los que lo abandonan estuvo acompañada por una campaña de trolls en las redes en contra de los legisladores y tiene como objetivo, más que escarmentarlos, dar un mensaje hacia el resto de la tropa: no se va nadie más.

Lo había dicho con claridad el jefe de bloque Cristian Ritondo: "No hay lugar para un Borocotó, para estafar con el voto". La reprimenda no cayó bien entre los sectores más disconformes, vinculados a Emilio Monzó. 

Paula Horman cuenta en La Mañana todas las veces que el Presidente rompió bloques legislativos para conseguir favores de dirigentes de la oposición.