La columna de Fernando Borroni.

¿Qué es lo más importante que está hoy pasando en la argentina? el hambre. Lo sabemos todos, menos el presidente. O en todo caso el presidente, su gobierno lo sabe, pero no le importa.

Que hacemos con el hambre, hoy, ahora es la pregunta que nos debemos hacer todos y avocarnos a la tarea en términos sociales, económicos y políticos. Por eso la propuesta de Alberto Fernández el programa contra el hambre es una medida acertada para apalear el hambre. Hoy.

Está claro que aún faltan 3 meses para que, en el caso, en que gane Alberto, asuma y en todo caso este programa del gobierno se pueda aplicar. Mientras tanto, mientras Macri siga siendo presidente el hambriento no existe, solo existe el narco, porque “el narco” como construcción social y política es capitalizable electoralmente, el hambriento no. El “narco” tiene la lógica del invasor…”Nos invaden los narcos”…y vamos a darle pelea.

En cambio el hambriento no viene de ningún lado, nace de las propias entrañas de una sociedad injusta, intencionalmente injusta cuando gobierna el neoliberalismo. Por tanto hay que esconderlo.

Ante eso es la oposición quien sale  a poner el tema en agenda y en proponer un paliativo, porque está claro que la propuesta de Alberto Fernández y quien seguramente será su ministro de desarrollo, Daniel Arroyo. Y está bien porque si el hambre es ahora la comida debe llegar ahora y es el Estado el responsable hacerlo.

Pero también lo que urge recordar es que cuando hablamos de hambre hablamos de una maquinaria que la genera y no por casualidad y que la batalla contra esa maquinaria, contra esa estructura de poder interesadamente desigual debe darla el Estado, mientras se le da una tarjeta a quienes nada tienen para que puedan alimentarse o se le pide donaciones a las grandes empresas.

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Si hay hambre es porque hay una inmoral concentración de la riqueza, de la mano de una enorme transferencia de recursos del bolsillo del trabajador a las cuentas off shore de las multinacionales.

Por tanto, hoy, en la urgencia, es acertada la propuesta de Fernández, pero si queremos erradicar la pobreza y el hambre en la argentina. No hay que pedirle una donación del 1% al empresariado, hay que cobrarles los impuestos necesarios para llegar a una redistribución justa. Pero será seguramente una medida a tener en cuenta cuando avance el gobierno popular.

Si hay hambre es porque el salario del trabajador está por el piso y porque el desempleo se ha instalado nuevamente en la argentina.